Este domingo comenzó a circular la noticia del deceso físico de Porfirio Muñoz Ledo, destacado mexicano que pasa a tomar su lugar en la Historia política del México contemporáneo. Hombre de ideas y de acciones; con gran agudeza y leyendo los tiempos políticos que le tocó vivir; siempre persiguió el poder, pugnó por reformarlo y cuando pudo lo ejerció de acuerdo a sus convicciones.
En su espléndida carta de renuncia al Partido Revolucionario Institucional del 15 de diciembre de 1987, Muñoz Ledo rompía con lo que para él era la “derechización” del PRI: “…Tras de sus siglas se esconde hoy un designio entreguista y antipopular que es indispensable combatir…Para los arribistas y logreros de siempre, mi desprecio de siempre…””…Asumo sin embargo, íntegramente la responsabilidad de mis propios actos y aún aquella, de carácter colectivo, que pudiera corresponderse por los abusos y desviaciones del régimen en el que serví”.
Ya en ese entonces Porfirio Muñoz Ledo era un notable miembro de la nomenklatura priista, discípulo de López Mateos; cercano al presidente Luis Echeverría con quien fue subsecretario de la Presidencia, Secretario del Trabajo y presidente del partido. Muñoz Ledo pertenecía al todavía PRI nacionalista y baluarte de los principios de la Revolución Mexicana, o al menos esa era la orientación que impulsó en el “echeverrismo”.
Con López Portillo, Porfirio ocupa la Secretaría de Educación Pública por breve tiempo, poco pudo hacer en parte por ser “echeverrista” y por los vicios anclados desde esos ayeres en el sector educativo. Desde entonces se le envió al servicio exterior mexicano, desde donde llegó presidir el Consejo de Seguridad de la ONU.
Miguel de la Madrid mantiene a Muñoz Ledo como embajador en la ONU mientras la economía nacional se encaminaba al manejo neoliberal de los tecnócratas. Es ante el destape de Carlos Salinas que junto con Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez se da origen al Frente Democrático Nacional, escisión del partido hegemónico que logra cimbrar al sistema político mexicano de entonces.
Luego de la discutida elección presidencial de 1988, Porfirio es electo legislador de la fuerza opositora al neoliberalismo e interpela públicamente por primera vez a un presidente, Miguel de la Madrid, en su informe presidencial del 01 de septiembre de 1988: “con su permiso señor presidente”. Los legisladores aplaudidores del priato se escandalizarían tildándolo de traidor, pero nunca le ganarían un debate parlamentario.
Fundador del Partido de la Revolución Democrática en 1989, esta fuerza política no pacta con el gobierno, sino que se opone al “salinismo” y sufre los embates del sistema. Aunque calificado por las alas radicales del PRD de ser desde la comodidad de su curul un “dialoguista” para el gobierno; sin duda Porfirio fue un actor fundamental en las negociaciones de las sucesivas reformas electorales que darían viabilidad formal y real a la transición democrática del país.
Preside el PRD de 1993 a 1996, durante su gestión Cárdenas vuelve a competir en las elecciones presidenciales de 1994 en las que se ubica en la tercera posición; Andrés Manuel López Obrador lo hace por la gubernatura de Tabasco, quien oficialmente pierde y encabeza una marcha de protesta hacia la Ciudad de México. Muñoz Ledo entregaría una sustanciosa presidencia nacional del PRD al líder tabasqueño AMLO en 1996.
Las elecciones intermedias de 1997 donde el PRI pierde por primera vez la mayoría en la Cámara de Diputados y calificadas como limpias por todas las fuerzas políticas y sociedad civil, son fruto de las reformas electorales que Muñoz Ledo junto con otros actores políticos fueron cristalizando al cabo de los años subsecuentes a 1988.
En 1997 Porfirio es diputado federal y responde el 01 de septiembre de ese año al histórico tercer informe presidencial de Ernesto Zedillo: …Ninguna ocasión mejor que ésta para evocar el llamado que, en los albores del parlamentarismo, la justicia mayor de Aragón, hacía el entonces monarca para exigirle respeto a los derechos de sus compatriotas: “Nosotros, que cada uno somos tanto como vos y todos juntos valemos más que vos”.
Para el año 2000 Porfirio pretendía la candidatura presidencial por el PRD, la merecía y hubiese ido a una alianza opositora PAN-PRD desde entonces, pero Cárdenas nuevamente se postula en un madruguete en el que el PT lo hace su candidato y por lo tanto de las izquierdas. Resentido con su antiguo aliado, renuncia al PRD del que ya vaticinaba su desaparición y declina por Vicente Fox, nuevamente Muñoz Ledo se hizo parte importante de la primera alternancia pacífica del poder en México.
Embajador ante la Unión Europea y sin que Fox lo tomara en serio para hacer la reforma del Estado que tanto urgía en hacer, Porfirio toma partido por López Obrador cuando Fox intenta desaforarlo, aliándose con AMLO en las elecciones de 2006. En estas nuevamente discutidas elecciones, se solidariza con el movimiento lopezobradorista y cuestiona los seis años del calderonismo, públicamente vuelve a apoyar a AMLO en 2012 y 2018.
En 2016 es parte de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
La ardua batalla que la izquierda mexicana libró desde 1988 da frutos en 2018 con la victoria de MORENA, Muñoz Ledo, diputado federal, colgaría la banda presidencial a López Obrador el 01 de diciembre de 2018. La relación con AMLO vendría a menos, sobre todo cuando Porfirio no logró la presidencia de MORENA a la que aspiraba en 2020.
Terminó Muñoz Ledo su gestión como diputado sin ser tomado en cuenta por la reelección ya en un franco rompimiento con MORENA, cuestionando duramente el actuar público de AMLO y repudiando la “corcholatización” para 2024: “Creo que va a perder, creo que ya está perdido.”
Hombre de más luces que sombras, decidido impulsor de la democratización del sistema político mexicano, talentoso político poseedor de un espíritu rebelde, hasta donde se sabe honesto, capaz de transformar la realidad en la que vivió. Q.E.P.D.
“Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.”
(Gálatas 5:25)
Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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