A la militancia de morena en Chihuahua, simpatizantes y a la opinión pública en general en el estado:
El pasado 4 de septiembre fue desencadenada una ofensiva mediática en diferentes portales de noticias en Chihuahua, todos ellos de dudosa calidad en su redacción misma y ni qué decir de su contenido, en los cuales anunciaban la inminente salida del Delegado Federal Obradorista, Juan Carlos Loera de la Rosa.
Todo fue una burda y vil mentira, tan falsa como cómo el pretendido amor que dice sentir por morena, Pepe Ramírez, presidente municipal de Rosales y quien se encargó de propagar en diferentes medios tal infamia.
No todo aquel que dice hacer política, se conduce con ética y apego a la verdad, las más de las veces son personajes formados en los viejos moldes y prácticas viciadas del antiguo régimen. Mienten de forma convulsiva, la mentira la consideran verdad y víctimas de su propio engaño, el espejo no proyecta su verdadero yo, terminando por ser clientes regulares de las teorías del psicoanálisis de Sigmund Freud.
La campaña de mentiras de Pepe Ramírez, en contra de Juan Carlos Loera de la Rosa, es tan falsa como su origen político, llegó a la presidencia municipal de Rosales en 2018, como candidato externo, de nuestro partido movimiento morena solo carga el nombre, un nombre que se encarga de ensuciar en cada reclamo social en contra del Gobierno Popular y Democrático de Andrés Manuel López Obrador.
Llama la atención que las mentiras que Pepe Ramírez y afines se encargaron de propagar en los medios de comunicación han sido borradas, prueba irrefutable de que al final del día las máscaras terminan por caerse, dejando ver los verdaderos rostros que se esconden detrás de ellas.
En este caso la frase de Joseph Goebbels, de que una mentira a base de repetirse muchas veces, puede terminar tomándose como verdad, no funciona ni funcionará. Tenemos una militancia y simpatizantes informados, mejor aún, politizados a base de predicar con el ejemplo. Guste o no, nadie en el espectro político de morena en Chihuahua, ni siquiera mencionar a la derecha, conoce mejor el estado, su pueblo y sus necesidades como lo conoce Juan Carlos Loera.
La verdad al final del día, siempre termina por imponerse y para disgusto de sus adversarios políticos, el día que Juan Carlos Loera sea removido, será por decisión propia y para iniciar el camino rumbo a la gubernatura del estado.
Bien haría Pepe Ramírez en ofrecer disculpas públicas por sus mentiras, disculparse ante sus propios seguidores que seguramente los tiene, hacer un Mea Culpa, con el consabido riesgo de que sólo quede en Mea y omita la Culpa.
De la mano y bajo la conducción de Juan Carlos Loera de la Rosa, las políticas públicas del Obradorismo continuarán en el estado.
Seguramente que sus malquerientes tendrán sueños en forma de pesadillas, Loera goza del pleno apoyo y confianza de Palacio Nacional.
Francisco Chávez
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