“Las protestas fueron muy pequeñas y nada efectivas
y la gente tenía mala cara.
Los ves y no representan a nuestro país”
Opinión de Trump sobre los asistentes a la protesta nacional No Kings II
El pasado domingo 18 de octubre en más de 2600 ciudades grandes y chicas de los Estados Unidos, se efectuó la segunda gran movilización nacional denominada No Kings (No Reyes). Los organizadores estiman una participación aproximada de siete millones de personas, unos dos más que la primera edición llevada a cabo en junio pasado.
El gran éxito de esta segunda convocatoria vuelve a poner de manifiesto las dos realidades que esta viviendo el vecino país del norte; Por una parte, la realidad que plantea la oposición al presidente, demostrada en una autentica y bien visible insurgencia cívica y pacifica de sectores sociales cada vez más amplios de la sociedad norteamericana, en contraposición a la realidad alternativa que plantea Trump, y que solo sus acólitos y su círculo interior creen y defienden.
Con respecto a la realidad, evidentemente distorsionada, que Trump pretende imponer, podemos destacar dos elementos importantes, primero, no es la primera vez que lo hace. En su primera presidencia, el hombre naranja se comporto de la misma manera por una razón muy sencilla: es un mitómano.
Pero además, es un mitómano que sabe muy bien cuales mentiras son las que mejor le reditúan en el ámbito político. Baste recordar aquello de que iban a construir un muro y que Mexico lo habría de pagar. A final de cuentas, fue muy poco lo que se agregó al muro ya existente, y desde luego Mexico no lo pago, pero los seguidores de Trump están convencidos de que así fue.
Otro ejemplo lo vimos durante su segunda campaña, con el vergonzoso episodio de “¡se están comiendo los perros!, ¡se están comiendo los gatos!”. Dicho en referencia a una noticia falsa propalada por sus seguidores con respecto a un grupo de migrantes en una pequeña ciudad de Ohio. Era algo completamente falso, muy sencillo de comprobar, pero solo bastó que Trump lo diera por cierto para que sus seguidores también.
Ahora el presidente, fiel a su costumbre, trata de alterar la realidad que están viviendo los norteamericanos mintiendo. Ha venido declarando, entre otras cosas, que la gasolina está bajando; que los precios de los víveres también están bajando; que las ciudades de Los Angeles, Chicago y Portland son zonas de guerra, que los aranceles los están pagando los gobiernos extranjeros, o en general, que la economía esta boyante.
La realidad es todo lo contrario: La gasolina no ha bajado mas de lo que la dejo el gobierno de su sucesor Joe Biden, la inflación tampoco cede; ninguna ciudad norteamericana está en guerra y no hay protestas ni una insurrección violenta, todo lo contrario, ejércitos de ranas, unicornios, hipopótamos y teletubis bailan alegremente frente a policías y soldados, ellos sí, armados hasta los dientes, haciendo imposible de creer lo que Trump y sus acólitos declaran.
Y para rematar, los aranceles no los están pagando los extranjeros, sino los propios norteamericanos que poco a poco ven como los precios de las mercancías siguen al alza, mientras el empleo y la economía en general se contrae producto de la mala administración de Trump.
Para esta marcha del domingo pasado, los lideres republicanos siguiendo las indicaciones de Trump, trataron de desvirtuar el carácter cívico y pacifico de la misma, y estuvieron prediciendo motines y asonadas a todo lo largo y ancho del país. Trataron de caracterizar a los asistentes a la misma como terroristas violentos y odiadores de los Estados Unidos, una vez más, la realidad les planto realidad: no hubo un solo caso de violencia por parte de los manifestantes.
Eso sí, al menos una veintena de personas, todas ellas adoradoras del rey Trump, fueron arrestadas luego de que trataran de agredir a los asistentes a las distintas marchas, incluso con armas de fuego. Afortunadamente, en ningún caso se paso a mayores gracias a la intervención de las distintas policías locales.
Lo cierto es que, a pesar de Trump, la realidad poco a poco se va imponiendo, y no es distinta a lo que ocurrió en su primera presidencia: el fenómeno Trump solo es corrupción e ineptitud, tanto de él, como del círculo cercano que lo rodea.
Cada vez son mas los sectores que ven lo evidente, incluyendo aquellos que en su segunda elección lo apoyaron de manera abrumadora, como lo son los agricultores de soya del medio este, y que, gracias a las políticas de Trump, ahora mismo se encuentran al borde de la quiebra.
Lo lamentable de esta realidad, es que no hay quien aglutine y de cauce al creciente descontento.El partido Demócrata, en tanto única oposición nacional capaz de enfrentar a Trump -debido al bipartidismo gringo- no está a la altura de lo que el pueblo norteamericano está demandando.
Es más, la propia presidencia de Trump, en parte, es resultado del fracaso de las políticas del partido Demócrata y de su propia decadencia. ¿Como van a enfrentar el desastre Trump si ellos mismos son causa de ese desastre?
El liderazgo del partido Demócrata esta nadando de a muertito, esperando que Trump y el partido Republicano se hundan solos, para de esa manera regresar ellos al poder. No están desarrollando liderazgos nuevos, ni planteando cambios estructurales que sean de beneficio para la sociedad norteamericana, atados como lo están, al dinero de las grandes corporaciones que, a final de cuentas, son las que pagan sus campañas políticas.
Mas aun, no tiene ningún inconveniente de bloquear a liderazgos jóvenes y carismáticos, como Alexandria Ocasio Cortez, la popular AOC o Zohran Mamdani posible futuro alcalde de Nueva York, por la sencilla razón de que plantean la idea blasfema de aplicar impuestos a los mas ricos, o de crear un a red de apoyo a los mas necesitados: ¡Comunismo! Parecen gritar al unísono de sus archirrivales Republicanos.
En el 2016 no dudaron en utilizar todo tipo de marrullerías para imponer como candidata, a Hillary Clinton, en oposición a Bernie Sanders, por el terrible pecado de declararse socialista democrático. ¿Cuál fue el resultado de dicha imposición? Precisamente el fenómeno Trump.
Así como van las cosas, es muy probable que, en las elecciones de medio ciclo, el partido Republicano pierda la Cámara de Representantes, equivalente a nuestra Cámara de Diputados, y con ello, se empiece a imponer algunas restricciones al aprendiz de dictador.
Sin embargo, aunque es mas que evidente que el régimen Trump es impopular, no se sabe con certeza que tanto de esa impopularidad se traslade a la elección de representantes. El castigo puede ser leve, dándole una mayoría mínima a la oposición, o severo, con una amplia mayoría. De eso dependerá el freno que se le pueda poner al hombre naranja.
Y también de eso dependerá si el partido Demócrata puede dejar los lastres conservadores que lo limitan, y volverse más progresista, o como siempre, jugarle el dedo en la boca a sus votantes.
Es cuánto.
José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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