Esta semana ha iniciado marcada por un panorama de tensiones globales que van aparejadas de conflictos geopolíticos, comerciales y militares que se han intensificado, principalmente por el enfrentamiento entre Israel, Irán y Estados Unidos tras ataques a sitios nucleares buscando neutralizar el programa nuclear iraní, lo que ha provocado temores alrededor del mundo ante una posible escalada militar.
A pesar de anunciar Trump una victoria pacifista, los hechos han mostrado que, el orden mundial que supuestamente sostenía Estados Unidos se encuentra endeble y que, el orden unipolar se desvanece a pesar del discurso mesiánico.
Es así como, la postura de México ante lo que se temía pudiera escalar a una tercera guerra mundial, ha seguido la misma línea de esta administración: un llamado firme que llama a la paz y condena ataques civiles, pugnando siempre por soluciones diplomáticas ante la ONU, en concordancia con los principios de no intervención y respeto a la soberanía.
El liderazgo de nuestra Presidenta, se ostenta desde el pacifismo y la mediación, mientras se aboga por la fraternidad evitando posicionamientos beligerantes, optando por la cooperación estabilidad; ya desde la Cumbre del G7 en Canadá, la Dra. Claudia Sheinbaum defendía el comercio justo y la justicia social como las bases más sólidas para la paz, priorizándose desde su gobierno la asistencia consular en zonas de conflicto.
Lo dicho hasta aquí, nos reafirma que, la paz es un pilar fundamental de la administración de Sheinbaum, cuyos objetivos de consolidar una transformación nacional no deja fuera la atención de causas estructurales de violencia, el fortalecimiento de la seguridad con justicia social y la política exterior pacifista alineada con los principios consagrados constitucionalmente.
Desde que la Presidenta asumió su cargo, se ha enfrentado a desafíos que afortunadamente han mostrado el tamaño de México, que lo han refrendado como un país referente de humanismo y no intervención. Partiendo de lo anterior fue que, la Dra. Sheinbaum llamó a la ONU a asumir un papel activo en la construcción de la paz haciendo una seria crítica a la falta de acción de organismos internacionales frente a los conflictos armados.
México será siempre un factor de paz, tal como se recordó recientemente a propósito de la solicitud del encargado de negocios de Irán en México quien solicitó que nuestro país fuera el mediador en el conflicto de Medio Oriente atendiendo precisamente a su prestigio como nación pacifista.
Pero estos llamados no son solo al exterior, sino que, al interior, en esta administración se han adoptado estrategias integrales que abordan la raíz de la violencia, tal como queda de manifiesto con programas como “Sí al Desarme, Sí a la Paz” que promueve el canje de armas; las “Ferias de la Paz” que pugnan por fortalecer los vínculos comunitarios reforzando con actividades culturales, talleres, servicios de salud; la “Jornada Nacional por la Paz y Contra las Adicciones” atiende estos aspectos en conjunto con estudiantes, y la “Operación Frontera Norte” ha resultado en detención de personas y aseguramiento de armas y drogas que debilita a grupos delictivos, reduciendo de delitos de alto impacto.
En conjunto, tanto el discurso como las acciones reflejan la visión de Sheinbaum, que se ha distinguido por su cercanía con las y los mexicanos, demostrando que la paz, la justicia social y la seguridad son elementos relacionados entre sí; bajo un enfoque humanista, México se consolida como un pacificador al exterior, mientras que al interior se fortalece, poniendo en evidencia su liderazgo y compromiso que marca un precedente para el futuro.

Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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