Dicen que el poder desgasta, pero a Claudia Sheinbaum parece todo lo contrario: cada gira, cada informe, cada encuentro con la gente la fortalece. En apenas un año de gobierno, la presidenta ha demostrado que se puede dirigir un país con disciplina, pero también con cercanía, escuchando y recorriendo la nación a paso firme.
Su manera de rendir cuentas rompe con la vieja costumbre de los informes fríos y lejanos. En lugar de discursos acartonados, Claudia sale a las plazas, visita tres estados en un solo día, conversa cara a cara con los ciudadanos y expone con claridad los avances y los retos. Esa imagen —una presidenta recorriendo kilómetros para informar directamente al pueblo— habla de un nuevo estilo de gobernar: más humano, más directo y, sobre todo, más responsable.
Para mí, como mujer afromexicana y como ciudadana, ver a una mujer encabezando la Presidencia de la República es un símbolo enorme. No solo porque abre camino a nuevas generaciones, sino porque está demostrando que gobernar con visión científica y al mismo tiempo con sensibilidad social no es una contradicción, sino la fórmula necesaria para enfrentar los desafíos del país.
A un año de su mandato, el balance es claro: avances palpables, un rumbo definido y un liderazgo que inspira confianza. Sí, hay retos y nadie lo niega, pero la diferencia está en la manera de enfrentarlos. Sheinbaum no es una presidenta de escritorio; es una presidenta de territorio, de acción, de escuchar y responder.
Para quienes vivimos en esta frontera, su llegada siempre despierta esperanza. En diciembre de 2024, inauguró el Hospital General Regional No. 2 del IMSS.
En su Informe de Gobierno, Sheinbaum destacó tres grandes obras relacionadas con Chihuahua: la inaugurada del hospital en Juárez; dos carreteras en construcción —la Bavispe–Nuevo Casas Grandes (conectando Sonora y Chihuahua) y la Guaymas–Chihuahua (transversal por la Sierra)—; y un ambicioso programa de tecnificación de riego agrícola en 18 distritos, incluyendo el estado.
A un año de su mandato, el balance es claro: avances palpables, un rumbo definido y un liderazgo que inspira confianza. Sí, hay retos y nadie lo niega, pero la diferencia está en la manera de enfrentarlos. Sheinbaum no es una presidenta de escritorio; es una presidenta de territorio, de acción, de escuchar y responder.
En Chihuahua la esperamos, con la esperanza de seguir siendo parte de esta transformación que no es promesa, sino realidad en construcción. Y yo, en lo personal, no puedo ocultar el orgullo que me da ver a una mujer al mando, demostrando con hechos que el poder también puede ser sinónimo de servicio y compromiso.

Ángeles Gómez
Fundadora en 2014 de Ángeles Voluntarios Jrz A.C. dedicada al desarrollo de habilidades para la vida en la niñez y juventud del sur oriente de la ciudad. Impulsora del Movimiento Afromexicano, promoviendo la visibilización y sensibilización sobre la historia y los derechos de las personas afrodescendientes en Juárez.


