Si algo revela el conflicto del agua entre México y Estados Unidos es que somos un país que llega tarde a todo. A planear, a prevenir, a dimensionar. Y cuando el agua —literalmente— nos llega al cuello, entonces sí, corremos. No nadamos: manoteamos. Y en ese vaivén estamos hoy ante una amenaza real: “agua o aranceles”, el ultimátum que Donald Trump conoce, disfruta y ejecuta con precisión quirúrgica.
El expediente es grueso. Los archivos lo muestran con claridad quirúrgica: México tiene un adeudo de más de 800 mil acres-pie de agua con los Estados Unidos, equivalentes a casi 395 mil albercas olímpicas llenas. Es una cifra tan descomunal que uno esperaría encontrarla en un informe de ciencia ficción o en un estudio sobre colonias en Marte, no en la contabilidad hídrica de un país que presume ser potencia moral—pero que sufre para llenar sus presas.
EL ULTIMÁTUM DE TRUMP: AGUA BAJO PRESIÓN, ECONOMÍA BAJO AMENAZA.
Trump exige 200 mil acres-pie antes del 31 de diciembre, otra montaña líquida: casi 99 mil albercas olímpicas más. Si no, 5% de arancel adicional a las exportaciones mexicanas. Ya lo hizo antes. Lo sabe: dependemos más del 80% del comercio con ellos. Y eso es como enseñarle al pitbull en qué brazo traes la carne.
Las presas del norte están al 20–25% de capacidad. No hay agua para pagar, regar y sostener ciudades al mismo tiempo. La presidenta Sheinbaum sale y dice: “Esperamos una buena negociación.” Cuando no tienes con qué negociar, solo te queda decir que esperas.
MARU CAMPOS Y EL EQUILIBRIO IMPOSIBLE.
La gobernadora de Chihuahua aparece en la escena como pieza clave. Sheinbaum asegura que “está en la mejor disposición”. Traducción política: no se me rebele, porque aquí el que se mueve no sale en la foto… o peor, sale culpable.
Maru no puede oponerse: el agua es federal. Pero tampoco puede sacrificar al campo chihuahuense sin pagar un costo político. El problema: si coopera, la acusan de entregar el agua; si no coopera, la culpan por los aranceles. Está atrapada en un equilibrio imposible.
LOS CAMPESINOS: CARNE DE CAÑÓN DE LAS CRISIS.
Cada vez que el país intenta pagar agua, Chihuahua arde. Ya pasó en 2020 con la toma de presas; pasó hace semanas con 7 mil camiones bloqueados en Juárez. Pasará otra vez. Porque quienes producen alimentos sienten que pagan un costo que el resto del país ni comprende.
Ellos ven lo que en el centro no quieren ver: presas vacías, ciclos agrícolas al borde del colapso. Y una verdad brutal: en la Ciudad de México no saben cuánta agua se requiere para sembrar, pero sí cuántos votos se requieren para ganar.
LA DEUDA: 395 MIL ALBERCAS QUE NO EXISTEN.
La deuda hídrica es absurda: 395 mil albercas olímpicas. Un volumen inexistente en las presas actuales. El Tratado de 1944 obliga a entregar 350 mil acres-pie por año en ciclos de 5 años. Pero el tratado se aplica como si no existiera cambio climático ni 40 millones de mexicanos adicionales.
NEGOCIACIONES: MÉXICO LLEGA CON SED A LA MESA.
Los escenarios más probables:
1. México cederá agua.
2. Trump pospondrá temporalmente los aranceles.
3. La crisis regresará porque el problema es estructural.
4. Habrá protestas en el norte.
5. Existe riesgo real de que México entregue agua y aun así Trump imponga aranceles.
LO QUE NOS ESPERA DENTRO DEL PAÍS.
- Mayor fractura entre el norte y el centro.
- Tensión social creciente.
- Gobernadores fronterizos bajo fuego.
- Debate nacional sobre el tratado.
- Y la eterna lección no aprendida: reaccionamos, no planificamos.
¿QUÉ DEBERÍA HACER MÉXICO?
Lo que no hará hoy:
– Actualizar el tratado.
– Crear reservas estratégicas de agua.
– Modernizar infraestructura.
– Combatir robo de agua.
– Innovar en agricultura.
– Dejar de politizar el agua.
CONCLUSIÓN: ENTRE EL AGUA Y LA PARED.
Trump aprieta. Sheinbaum matiza. Maru calcula. Los campesinos desesperan. Las presas se vacían. El tratado sigue operando como si viviéramos en 1950.
¿Aprenderemos esta vez?
Lo dudo. Porque en México negociamos, pero no planificamos. Reaccionamos, pero no corregimos. Culpamos, pero no resolvemos. Así es El Meollo del Asunto.
Daniel E. Valles
Periodista y comentarista de radio y televisión. "El Meollo del Asunto" y "La Familia es Primero" son sus principales herramientas periodísticas que se publican en medios impresos y digitales en diversas geografías de habla hispana.
Ha sido merecedor de diversos reconocimientos como conferencista y premios de periodismo, entre ellos, la prestigiosa Columna de Plata, que otorga la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez.
