Este impuesto podría repercutir en la economía de muchas familias que dependen de estos ingresos.
Ciudad de México (ADN/Staff) .- La reciente aprobación de un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos ha generado preocupación en diversas cadenas comerciales en México. Tiendas como Walmart, Chedraui, Soriana y La Comer, así como cadenas receptoras como Waldo’s, Western Union, Oxxo y Grupo Elektra con Banco Azteca, se verían afectadas por esta medida, según reporta el periódico El Financiero.
Leonardo Zenteno, director de Medios de Pago y Servicios Financieros de Waldo’s, indicó que aproximadamente el 20% de las remesas recibidas en sus tiendas se destina a la compra de despensa. Esto subraya la importancia de las remesas en el sustento diario de muchas familias mexicanas, que utilizan estos fondos no solo para alimentos, sino también para cubrir otros gastos esenciales.
De acuerdo con un análisis del banco BBVA, los apoyos enviados desde Estados Unidos representan un ingreso clave para muchas familias en México. Se estima que el 49.8% de las remesas se utilizan para la adquisición de productos de consumo, mientras que el 37.7% se destina al pago de servicios. Estos datos reflejan la dependencia económica que tienen muchas comunidades mexicanas de las remesas, lo que hace que el nuevo impuesto sea aún más preocupante.
El banco BBVA también realizó una estimación sobre el impacto regional que podría tener este impuesto. Se prevé que los flujos de remesas más afectados sean los de Tamaulipas, con una caída estimada del 4.4%; Guerrero, con un descenso del 4.3%; Puebla y Oaxaca, ambos con una reducción del 3.6%; y Veracruz, con una caída del 3.4%. Estas cifras indican que las regiones más vulnerables podrían sufrir un impacto significativo en su economía local.
Ante esta situación, el banco recomendó que las autoridades e instituciones financieras mexicanas deben responder a este reto, aumentando el nivel de inclusión en el acceso a servicios financieros. Esto podría ayudar a mitigar el impacto del impuesto y mejorar la situación económica de las familias afectadas.
El 22 de mayo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la iniciativa de recortes de gastos y alivio fiscal del presidente Donald Trump. Este proyecto, que incluye la carga impositiva a las remesas, fue criticado por el Gobierno mexicano, que intentó frenar su inclusión mediante una delegación enviada a Washington. Aunque no tuvo éxito en eliminar el impuesto, logró que la carga impositiva se redujera del 5% inicial al 3.5% en el texto final votado. Sin embargo, la medida sigue siendo considerada injusta e ilegal por las autoridades mexicanas, lo que plantea un desafío adicional para las familias y comercios en el país.
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