Bacadéhuachi, un municipio ubicado a 269 kilómetros de Hermosillo, Sonora, es un área de gran interés por su potencial en la minería. Con una extensión de 1,530 kilómetros cuadrados, representa el 0.82% del territorio sonorense, según datos del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed).
Bacadéhuachi, Sonora (ADN/Staff) .- Este pequeño pero estratégico municipio alberga una mina que, según estimaciones de Milenio, contiene aproximadamente 8.8 millones de toneladas de litio, un mineral considerado clave para el desarrollo tecnológico y energético.
La explotación de este recurso podría significar un impulso significativo para la economía local, generando empleos y atrayendo inversiones. Sin embargo, el desarrollo del proyecto ha sido obstaculizado por disputas legales que han mantenido en suspenso su avance.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, ha señalado que estas controversias están impidiendo que la región aproveche su potencial económico.
En 2023, el gobierno federal declaró la zona de Bacadéhuachi como reserva minera, lo que podría abrir la puerta a futuras actividades de extracción. Sin embargo, un año antes, el expresidente Andrés Manuel López Obrador había establecido que los minerales estratégicos, incluido el litio, son propiedad exclusiva del Estado.
Esta decisión llevó a la suspensión de contratos de exploración y producción que habían sido firmados por empresas privadas, generando incertidumbre en el sector.
Uno de los actores más relevantes en este contexto es la empresa china Ganfeng Lithium, que adquirió los derechos de explotación tras la compra de Bacanora Lithium en diciembre de 2021. La compañía, que opera en varios países, incluyendo México, Chile y Australia, es un proveedor clave de litio para grandes fabricantes de automóviles como Tesla y BMW.
Sin embargo, la controversia legal en torno a sus derechos de explotación en Bacadéhuachi aún no ha sido resuelta, lo que mantiene en suspenso el desarrollo del proyecto.
Durante la firma del acuerdo para la declaración de la zona de reserva minera, López Obrador comparó su decisión con la histórica expropiación petrolera, sugiriendo un enfoque nacionalista hacia los recursos naturales.
A pesar de estas declaraciones, los habitantes de Bacadéhuachi han manifestado su escepticismo respecto a los beneficios que esta situación podría traer. Según reportes de Milenio, los residentes afirman que, mientras las autoridades y las empresas continúan en su disputa legal, no han visto mejoras tangibles en términos de empleo o infraestructura.
La situación en Bacadéhuachi ilustra los desafíos que enfrenta la industria minera en México, donde las políticas gubernamentales y las disputas legales pueden influir significativamente en el desarrollo económico local.
A medida que el país avanza hacia una transición energética, el futuro de la minería del litio en esta región sigue siendo incierto, y los habitantes esperan que se tomen decisiones que realmente beneficien a la comunidad.
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