Con la salida del doctor José Narro Robles del Partido Revolucionario Institucional, se desploma la parte del PRI que más credibilidad tenía.
Simulación y maquillaje.
El resultado está dado. Será Alejandro Moreno Cárdenas, el próximo presidente del CEN del PRI.
El problema con el PRI es que los controles siguen estando en manos de los dinosaurios.
Imposible colocar una pieza de imagen fresca y prístina para ofrecer un poco de certeza a la minusválida militancia del Tricolor.
Alejandro Moreno… Alito, aunque proyecta una imagen juvenil a sus 44 años, y es un hombre preparado, igual que Peña Nieto, representa los intereses del priísmo tradicional, que no se mueve un solo centímetro de sus simulaciones y mentiras.
No les importa atropellar a quienes pudieran tener un sano interés por reconstruir sobre los destrozos que han dejado sus más feroces depredadores.
La señal se ha dado y militancia la ha detectado… tendremos una bufalada arrolladora.
Hay priístas que tienen confianza en que un día podrán recuperarse de las palizas electorales. Pero sufren el síndrome de la mujer golpeada, que luego en el hospital, declaran que todo fue su culpa y que se lo merecía por provocar al golpeador, y nunca lo abandonan.
El caso más reciente en la aldea lo significa el robo que le hicieron a Ana Laura Rentería, para dirigir el Organismo Nacional de Mujeres Priístas en la Ciudad, denuncia un proceso contaminado de principio a fin, manipulado al antojo y sin transparencia.
“Respetuosa de los tiempos de mi partido no había externado mi sentir, sin embargo, fiel a mi esencia y a mis principios, no puedo quedarme callada ante un proceso lleno de irregularidades.
Un proceso contaminado de principio a fin, manipulado al antojo y sin transparencia.”
Con la trampa del padrón “rasurado”, donde se le impidió votar a las mujeres que se identificaban con Ana Laura y que eran una gran mayoría.
En un comunicado desde su muro de Facebook, Ana Laura Rentería se dirige a las mujeres priístas: “Siento rabia, impotencia y decepción, porque parece que seguimos sin entender que siempre ha sido, es y será más grande; y mejor, la militancia que nuestra dirigencia.
Hemos visto que el PRI está más dividido de lo que pensábamos, pero siempre creeré en este partido, porque mi corazón es incansablemente priísta, (aquí el síndrome de la mujer golpeada); porque las instituciones no son corruptas, corruptas son las personas que lo manejan, que manchan procesos por seguir teniendo el control absoluto.”
El dolor de Ana Laura refleja la inmovilidad de las tradiciones del tricolor.
“Este proceso interno lo único que nos muestra es a un PRI alejado de sus bases, que reclaman cercanía de su dirigencia y demandan respeto; somos testigos de cómo se ha infiltrado la simulación y debemos exigir la democratización de nuestros procesos internos y la toma de decisiones.” expresa.
Y ahora que se avecina la elección interna de la dirigencia nacional, todo acusa a que está armada la cargada.
Sus próximas derrotas serán estruendosas. Pero a las diligencias no les importa. Ellos buscarán las plurinominales para seguir medrando con el juego electoral.
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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