El nuevo salario mínimo profesional representa un aumento significativo para trabajadores de prensa.
Ciudad de México (ADN/Arturo Hernández) – A partir del 1 de enero de 2026, los reporteros y reporteros gráficos que laboran en prensa diaria impresa en México deberán recibir un salario mínimo profesional de 705.46 pesos diarios, de acuerdo con la resolución publicada este 9 de diciembre por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI).
Este ajuste forma parte de los nuevos salarios mínimos generales y profesionales que estarán vigentes el próximo año, y representa un reconocimiento a la labor periodística, especialmente en contextos de alta complejidad como ocurre en diversas regiones del país.
La medida fue oficializada por el Consejo de Representantes de la CONASAMI, y establece diferencias entre el salario mínimo general y los salarios profesionales, que aplican a trabajos especializados.
Mientras el salario mínimo general para 2026 quedó fijado en 315.04 pesos diarios en la mayoría del país —un aumento del 13%—, en la Zona Libre de la Frontera Norte será de 440.87 pesos diarios, con un ajuste menor del 5% respecto al año anterior.
Sin embargo, para el caso de reporteros y reporteros gráficos, el salario mínimo profesional es el mismo en ambas zonas: 705.46 pesos diarios.
Este monto es superior al salario fijado para otras ocupaciones técnicas o especializadas, como electricistas, mecánicos, cocineros, choferes o trabajadores agrícolas, cuyo salario profesional oscila entre los 320 y 405 pesos diarios.
La cifra también supera por más del doble al salario mínimo general nacional, lo que podría impactar de forma directa en las condiciones laborales del gremio periodístico, frecuentemente expuesto a condiciones de precariedad y riesgo.
En el contexto de estados como Chihuahua, donde el ejercicio periodístico ha sido históricamente una labor de alto riesgo, el establecimiento de este salario mínimo profesional adquiere especial relevancia.
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión han documentado durante años los desafíos que enfrentan reporteros en ciudades como Ciudad Juárez, desde agresiones y amenazas, hasta bajos sueldos y falta de seguridad social.
Este nuevo piso salarial podría sentar las bases para una mejor protección laboral, aunque su cumplimiento dependerá en gran medida de la vigilancia y aplicación efectiva por parte de las autoridades laborales.
El incremento salarial se enmarca en una política nacional de recuperación del poder adquisitivo, impulsada desde 2019.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado en múltiples ocasiones su intención de continuar con esta línea de fortalecimiento del salario mínimo, como un eje central de su política económica.
No obstante, analistas advierten que el reto real está en asegurar que estos montos se respeten en la práctica, sobre todo en sectores donde la informalidad o la tercerización laboral siguen siendo la norma.
De acuerdo con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, estos salarios serán obligatorios para todos los empleadores en el país a partir del primer día de 2026.
En el caso de empresas de medios de comunicación, esto implica ajustes en sus políticas internas de contratación, que deberán reflejar el nuevo salario base para periodistas y fotoperiodistas en plantilla, independientemente de la región donde operen.
La resolución llega en un momento de transformación del ecosistema mediático en México, en el que muchos periodistas trabajan bajo esquemas independientes, de colaboración o como freelancers.
En este escenario, aún quedan dudas sobre cómo se garantizará que el nuevo salario mínimo profesional beneficie también a quienes no cuentan con una relación laboral formal.
A pesar de ello, el aumento representa un paso significativo en la búsqueda de condiciones laborales más dignas para el gremio periodístico nacional.
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