Para algunos el magnate mexicano de tiendas departamentales, empresas multimedia, casinos, equipos de futbol y banquero Ricardo Salinas Pliego es visto como una futura opción electoral competitiva que pudiera hacer frente al oficialismo que encabeza MORENA, idea que denota la falta de liderazgos fuertes en la oposición.
El septuagenario dueño de Banco Azteca y el gobierno federal mexicano se encuentran en un abierto “pleito político”, la abultada deuda de este empresario al fisco ha puesto a su conglomerado empresarial Grupo Salinas en el ojo público, alegando persecución fiscal derivada supuestamente de su oposición a las políticas del gobierno guinda.
Perdida la batalla legal con el Servicio de Administración Tributaria, el fundador de TV Azteca arremetió al estilo Milei contra los “zurdos de mierda” del gobierno actual en su pasado evento cerrado de cumpleaños, luego sus distinguidos yselectos asistentes soltaron al unísono “presidente, presidente”.
Antes, el también propietario de Totalplay organizó un evento multitudinario por su cumpleaños en la Arena México con la participación de unas 20 mil personas donde se hizo sátira del morenismo, evento que buscó mostrar músculo político en medio de sus reveses fiscales.
Aunque en su momento tachado como integrante de “la mafia del poder” por López Obrador, al inicio del anterior sexenio Salinas Pliego fue uno de los grandes empresarios beneficiados por el gobierno federal de MORENA, otorgándole contratos de servicios financieros para programas sociales y de comunicación.
Como algunos otros empresarios de “la mafia del poder”, el ex presidente AMLO lo incluyó en el consejo asesor empresarial del gobierno de México, incluso Salinas Pliego fue identificado como uno de los hombres de negocios más cercanos al presidente.
No obstante, algo pasó que la relación entre Grupo Salinas y el gobierno federal se fracturó, litigándose varios juicios por cuestiones fiscales que finalmente el dueño de Elektra perdió.
Siendo uno de los hombres más ricos de México, sin grandes figuras en los partidos de oposición y asistiendo a un oleaje de la derecha en algunos países latinoamericanos, al también llamado Tío Richie ya lo promocionan en podcasts, redes y encuestas.
El multimillonario y deudor fiscal enarbola un discurso bien estructurado, incisivo y que naturalmente buscaría captar al nicho de votantes irritados con el partido gobernante, aunque como el mismo bien lo resume “me faltan bastantes por convencer”.
No se perciben liderazgos con nombre y apellido de alcance nacional ni de los partidos de oposición ni de la sociedad civil con la suficiente fuerza para contrastar la plataforma del oficialismo y generar una alternativa política viable con miras a futuras elecciones, al menos no por ahora.
En el oficialismo de MORENA, al día de hoy, estarían muy contentos, muy contentos, por tener al Tío Richie como principal contendiente en la boleta electoral, las razones serán materia de otra entrega. Puro circo pues.
“Los directores de este pueblo han resultado
desviadores, y sus dirigidos, extraviados.”
(Isaías 6:15)
Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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