Aventajándonos un poco al día, un 30 de abril de 1945, el canciller y líder de Alemania, se pegó un tiro con su esposa Eva Braun dentro de su búnker debajo del Reichstag. Con este hecho el Supremo Mando alemán presidido por el mariscal Keitel, firmó la rendición incondicional a la merced de los Soviéticos, dando fin a la Segunda Guerra Mundial.
Mucho se ha dicho sobre Adolf Hitler, el nazismo y las causas de la guerra, adjudicándole las responsabilidades de esta. Dicho discurso político, por supuesto elaborado por los Aliados, fue un dogma que duró el resto del siglo XX. Pero una vez que fue destruido el último bastión de tal acontecimiento, la Unión Soviética, el fundamento de que Hitler y Alemania fueron los responsables de la guerra, se fue haciendo frágil. Por ello al pasar el tiempo, Alemania empezó a sacudirse los prejuicios impuestos por el bando de los Aliados, que en dicha coyuntura ya no lo eran.
Basándose pues, en las inquietudes del presente de las nuevas generaciones de alemanes, las desclasificaciones de archivos y los hallazgos de nuevos documentos, han sido el parteaguas y los primeros pasos para repensar aquel pasado duro y presente incierto.
Pero lo más interesante es que cada lustro es reeditado el discurso biográfico de Hitler con nueva información y reflexiones en conjunto con libros y conferencias. 
Con ello hemos podido entender mejor los sucesos que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. También gracias a las nuevas metodologías y concepciones teóricas, sabemos que, a principios del siglo XX en Europa, existían partidos políticos que promovían el sentir del antisemitismo, la xenofobia y la guerra; aprovechando el contexto internacional de las crisis económicas y políticas en las naciones. Por ello, los discursos populistas estaban a la orden del día, promoviendo las figuras de caudillos o líderes fuertes, que acabaran con el desastre que asfixiaba a la gente. Así, si no era Hitler, Mussolini, Franco y Cárdenas con el nazismo, el fascismo y el PRI, hubiesen sido otros.
Como hace más de 80 años, vuelve a haber caldo de cultivo en muchas zonas del mundo para votar líderes o caudillos, que a la vista de muchos, son una buena opción. Aunque para los políticamente correctos, se trate de hombres despreciables e ignorantes, al menos los líderes al frente de sus naciones están haciendo algo para cambiar las cosas.
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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