Si hace unos años nos hubieran dicho que MORENA buscaría eliminar a magistrados y jueces, probablemente lo habríamos considerado una locura. Sin embargo, esa “locura” promovida por el actual gobierno federal cada vez parece más real. Un claro ejemplo es la reciente iniciativa de Ley de Telecomunicaciones, que en un hecho sin precedentes pasó de propuesta a dictamen en el Senado de la República en apenas 12 horas.
Para dimensionar lo extraordinario de ese plazo, vale la pena explicar que el proceso legislativo de una iniciativa de ley suele tardar semanas o incluso meses. Generalmente, una comisión recibe el documento, lo analiza, propone cambios, escucha voces de expertos y construye consensos. Pero esta vez no fue así. Los senadores tuvieron menos de medio díapara revisar un documento complejo antes de votarlo. Podemos afirmar con toda certeza que no hubo oportunidad de leerlo a fondo, mucho menos de modificarle una sola coma.
Lo más grave no es solo la rapidez, sino lo que esa velocidad representa: la sumisión del Congreso ante el Poder Ejecutivo. Cuando un poder deja de ser contrapeso, la democracia se debilita.
Otro aspecto alarmante de esta ley es el control total que pretende imponer MORENA sobre los medios de comunicación. A través de este proyecto, las concesiones de medios quedarían sujetas a la decisión de un órgano centralizado y subordinado al gobierno. Pero no solo eso: la iniciativa también contempla la restricción de publicaciones en redes sociales que “ofendan” al gobierno, lo que en la práctica se traduce en censura directa a la libertad de expresión.
Si alguien aún piensa que esto no es tan grave o que suena exagerado, basta con mirar lo que ocurre en países como Cuba o Venezuela, donde el acceso a internet está controlado por el gobierno y la libertad para escribir o publicar está sujeta al juicio de quienes están en el poder. Cuando perdemos la voz, perdemos la representación. Cuando perdemos la representación, dejamos de tener democracia.
Por fortuna, esta iniciativa fue detenida a último momento, pero esto no significa que debamos bajar la guardia. Al contrario: es momento de reflexionar qué sigue para este país, y no minimizar esas “locuras” de MORENA que, lejos de ser fantasías, ya han debilitado instituciones, eliminado contrapesos y buscan ahora silenciar a los ciudadanos.
Han desmantelado el Poder Judicial, disminuido al Poder Legislativo al punto de convertirlo en una oficina de trámites, y están por coartar la libertad de prensa y de expresión. Ante este escenario, no podemos quedarnos callados ni pasivos.
Porque sí, el panorama es preocupante, pero la esperanza está viva en la ciudadanía informada, en la participación activa, en la voz que no se calla. Esta reforma tuvo una pausa, pero no ha terminado. Y como en toda democracia, el punto final lo pone usted.
Le invito, como siempre, a construir esperanza desde su comunidad, a participar, a informarse, y también a compartir estos textos que no son otra cosa que opiniones ciudadanas comprometidas con un México más justo, libre y democrático.
Marisela Terrazas
Ex Diputada por el PAN en Chihuahua. Doctorante en Ciencias de la Educación por la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica. Maestra en Educación por UTEP, ex directora del Instituto Chihuahuense de la Juventud y experta en políticas públicas juveniles.
