La FTC busca detener la adquisición de Activision por Microsoft debido a contradicciones en las promesas sobre independencia y recientes despidos.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos ha solicitado una pausa en el proceso de adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Esta medida surge tras el anuncio de Microsoft de despedir a 1,900 trabajadores de Xbox Game Studios, lo cual, según la FTC, contradice las declaraciones previas de la empresa sobre la independencia operativa de Activision post-adquisición.
En julio del año pasado, al concluir el juicio sobre esta megaoperación, Microsoft se comprometió a mantener a Activision como una entidad independiente dentro del conglomerado. Sin embargo, los recientes despidos y reestructuraciones sugieren un cambio en este enfoque, llevando a la FTC a intervenir. La Comisión argumenta que estas acciones ponen en riesgo la promesa de Microsoft de mantener una competencia leal en el mercado de videojuegos.
La noticia de los despidos, anunciada el pasado 25 de enero, ha causado inquietud no solo entre los empleados afectados sino también en la industria en general. Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, justificó los despidos como parte de un esfuerzo por reducir redundancias y costos operativos, buscando la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. Sin embargo, la decisión ha afectado de manera desproporcionada a algunos equipos, como Toys for Bob, conocidos por su trabajo en la franquicia Crash Bandicoot.
El impacto de los recortes se ha sentido también en Sledgehammer Games, otro estudio afectado, que ha tenido que reducir su tamaño y mudarse a instalaciones más pequeñas. Esta serie de eventos ha levantado preocupaciones sobre el futuro de la creatividad y la innovación dentro de los estudios adquiridos por grandes conglomerados tecnológicos.
La solicitud de la FTC para pausar la adquisición subraya la tensión entre las grandes corporaciones tecnológicas y los reguladores, quienes buscan preservar la competencia y la diversidad en el mercado. Este caso podría sentar un precedente importante en cómo se regulan las fusiones y adquisiciones en el sector tecnológico y de videojuegos en el futuro.
Mientras tanto, la comunidad de desarrolladores y aficionados a los videojuegos observa atentamente el desenlace de esta controversia, esperando que las promesas de independencia y respeto por la identidad de los estudios adquiridos se mantengan a pesar de las reestructuraciones corporativas.
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