La colaboración pasada hablamos del ocaso del PRI, hoy le toca a la otra “oposición”, al PAN, que ahora dice su presidente, sí, Jorge Romero, el líder del cártel inmobiliario en alcaldías como la Miguel Hidalgo y Benito Juárez, pues este personaje dice que Acción Nacional se va a refundar y que hasta cambio de logo habrá y que menos alianzas…suerte porque cambios accesorios no van a modificar la esencia de este partido, igualito que el PRI.
Los cambios siempre son necesarios, sin embargo, aquellos que son accesorios y superficiales no sirven. Y para muestra ahí está el PRI, que se ve que le está invirtiendo millones (literal, millones) a su campaña de redes sociales, haciéndolo ver más “cool”, como un nuevo PRI, tratando de acercarse a los jóvenes, y con lo que se han topado es solo con burlas, porque de verdad terminan siendo hasta graciosos.
Bueno, pues el PAN dice que su refundación irá tan profunda que hasta su logo van a cambiar, pero les pasa lo mismo que al PRI, cuentan con personajes tan deleznables que por más ingeniería mercadológica les pongan, no hay posibilidad de que las y los mexicanos les crean.
En primer plano por ahí tenemos a la senador Telléz, que hasta el día de hoy cuenta 120 días sin explicar el sueldo que uno de los deudores de impuestos más grandes de este país le paga (el empresario Ricardo Salinas Pliego), por ir a armar escándalos cada que pueda al Senado y siempre y cuando sus compañeros panistas o Alito, no le ganen el show y ella mejor termine ausentandose porque si no brilla con escándalos, no tiene otra forma de hacerlo.
Ahí está también su propio presidente, Jorge Romero, quien desde hace años lidera el cártel inmobiliario, asunto en el que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México señaló que da seguimiento a varios exfuncionarios públicos de la alcaldía Benito Juárez, quienes podrían estar relacionados con actos de corrupción junto con desarrolladores inmobiliarios en donde los involucrados operaban sistemáticamente, abusando del poder que tenían sobre permisos, usos de suelo, regulaciones de construcción, etc., para favorecer desarrollos inmobiliarios ilegales o con irregularidades.
Por ahí tenemos también al senador Ricardo Anaya, a quien se le olvida convenientemente que se fue huyendo casi 5 años y que no explicó jamás de donde provenía el nivel de vida que lleva y por eso, mejor decidió irse a Estados Unidos y volvió como senador (con fuero incluído). Sus intervenciones en el Senado proyectan una inmaculación que ni él mismo se cree.
Felipe Calderón, otro panista prominente que se la pasa aprovechando foros internacionales en los cuales se escupe para arriba y ni cuenta se da. Este caso ni vergüenza tiene.
Cómo es posible ver, no hace falta un cambio de logo, ni una refundación, sino lo que llaman los médicos una lobotomía, es decir, un cambio tan profundo que no podría darse con los personajes que están en esos dos institutos políticos.

Lilia Aguilar Gil
Política y académica.
Maestra en Administración Pública por la Universidad de Harvard y en Gestión Pública por el Tecnológico de Monterrey. Ha contribuido en foros internacionales y enseñado en la Universidad de Harvard. Fundadora de la asociación civil LIBRE, se enfoca en el empoderamiento juvenil. Imparte clases en la UNAM y actualmente es Secretaria Técnica en la SSPC, habiendo sido titular en la Secretaría de Gobernación. Su carrera en el Congreso refleja su compromiso con la seguridad y las políticas sociales.
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