La presidenta rechaza tajantemente cualquier incursión militar extranjera y defiende la soberanía nacional.
Ciudad de México (ADN/AFP) – La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respondió de forma contundente a las recientes declaraciones del expresidente y actual candidato estadounidense Donald Trump, quien sugirió que estaría dispuesto a lanzar ataques en territorio mexicano como parte de una estrategia para detener el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. “No va a ocurrir”, sentenció la mandataria este martes durante su habitual conferencia matutina.
El posicionamiento de Sheinbaum se dio un día después de que Trump, durante un evento público, afirmara que “está bien para mí” llevar a cabo ataques en México si eso es lo que se requiere para frenar el flujo de estupefacientes. Ante esa declaración, la presidenta mexicana recalcó que su gobierno ha rechazado en reiteradas ocasiones cualquier intento de intervención militar extranjera y que esa postura se ha hecho saber incluso en conversaciones pasadas con el propio Trump.
“Nosotros no queremos intervenciones de ningún gobierno extranjero, y hay colaboración y hay coordinación, pero ni hay subordinación ni podemos permitir una intervención”, afirmó. La mandataria hizo énfasis en el respeto mutuo que debe regir las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, particularmente en temas de seguridad y lucha contra el crimen organizado.
Sheinbaum también aludió a la historia compartida entre ambos países, recordando que “la última vez que Estados Unidos vino a México con una intervención se llevó la mitad del territorio”, en referencia a la guerra entre México y Estados Unidos de 1846-1848, que culminó con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo y la cesión de más de la mitad del territorio nacional al vecino del norte.
Actualmente, ambos países mantienen un acuerdo de cooperación en materia de seguridad, el Entendimiento Bicentenario, que reemplazó a la Iniciativa Mérida y establece principios de respeto a la soberanía y trabajo conjunto sin operaciones unilaterales. La presidenta afirmó que en dicho acuerdo “queda muy claro el respeto a la soberanía” de México, como principio rector de cualquier acción compartida.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de tensiones crecientes en la relación bilateral. En paralelo, su equipo mantiene conversaciones con funcionarios del gobierno mexicano para evitar una escalada comercial que derive en la imposición de nuevos aranceles a productos de exportación, lo cual agregaría presión económica a la región en medio de un año clave en ambos países.
Los señalamientos sobre intervenciones militares en México no son nuevos en el discurso político de Trump, quien durante su primera presidencia ya había planteado la posibilidad de designar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. La respuesta de Sheinbaum marca una línea clara de defensa de la soberanía nacional, en un momento donde México intenta mantener relaciones diplomáticas estables sin ceder a presiones externas.
Analistas consideran que este tipo de declaraciones podrían escalar a medida que avance la contienda presidencial estadounidense, donde temas como migración, seguridad fronteriza y narcotráfico suelen utilizarse como banderas de campaña. Mientras tanto, el gobierno mexicano insiste en que la cooperación bilateral debe continuar bajo los principios de respeto mutuo y responsabilidad compartida.
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