Movil - LB1A -
Movil - LB1B -
Publicidad - LB1A-
    Publicidad - LB1B -
    diciembre 2, 2025 | 3:01

    Cuando el Cine Predice la Política

    Publicado el

    Publicidad - LB2 -

    Mire usted, un gran amigo me envío un enlace para ver una película, es de los albores de la Época de Oro del cine mexicano, un proyecto ambicioso se gestaba en las sombras del poder. Era 1960, y el director Julio Bracho, fascinado por la novela homónima de Martín Luis Guzmán publicada en 1929, decidió llevar a la pantalla grande el drama crudo de la sucesión presidencial posrevolucionaria.

    La filmación de La sombra del caudillo comenzó con el beneplácito inicial del presidente Adolfo López Mateos, quien, según anécdotas de la época, dio luz verde al rodaje. Bracho, un maestro del melodrama social, reunió a un elenco estelar: Tito Junco como el general Ignacio Aguirre, el aspirante popular traicionado; Ignacio López Tarso como Hilario Jiménez, el ministro astuto y manipulador; y Miguel Ángel Férrizencarnando al imponente “Caudillo”, una figura inspirada en Álvaro Obregón.

    - Publicidad - HP1

    El guion, fiel al texto de Guzmán, tejía intrigas palaciegas, corrupción rampante y un asesinato que simbolizaba la traición al ideal revolucionario. Se rodó en locaciones discretas, con un prólogo narrado por el propio Guzmán para contextualizar la parábola histórica.

    El estreno privado en el Cine Versalles de la Ciudad de México, el 17 de junio de 1960, fue un éxito discreto. Poco después, la cinta voló a Checoslovaquia para el Festival de Karlovy Vary, donde cosechó elogios: un premio especial para Bracho por su dirección sobria y otro para Junco por su interpretación visceral. El crítico francés Georges Sadoul la tildó de “la mejor película mexicana de todos los tiempos”, y José Revueltas, tras una proyección clandestina, la proclamó como la primera gran obra del cine nacional.

    Pero al regresar a México, la sombra del poder se cernió. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), presionada por la Legión de Honor –un grupo militar influyente–, intervino el 17 de octubre de ese año. Argumentaron que la cinta “denigraba al Ejército y distorsionaba la historia oficial”. Las copias fueron “enlatadas”: encapsuladas en archivos estatales, prohibidas indefinidamente. Bracho murió en 1978 sin verla en salas comerciales; la película languideció 30 años en el limbo, un símbolo de la censura que asfixiaba cualquier crítica al mito fundacional del PRI. Solo en 1990, bajo Carlos Salinas de Gortari, se desenlató para un estreno tímido, coincidiendo con la apertura post-Tlatelolco simbolizada por la película “rojo amanecer”.

    Hoy, 65 años después, La sombra del caudillo resuena como un eco profético en Chihuahua, donde la sucesión gubernamental de 2027 se perfila como un guion de intrigas palaciegas, fratricidios y sombras alargadas.

    Imagina el desierto chihuahuense como el telón de fondo de aquellos años 20 posrevolucionarios: un estado vasto, polarizado, donde el poder se disputan caudillos modernos bajo el sol abrasador de la política norteña.

    El “Caudillo” actual es Maru Campos, la gobernadora panista que, desde 2021, ha extendido su influencia como una sombra omnipresente sobre Acción Nacional en Chihuahua. Su mandato, el segundo consecutivo del PAN en el estado, ha consolidado un bastión azul: control de la capital con Marco Bonilla como alcalde reelegido en 2024, y una maquinaria que defiende temas como el agua y el “nearshoring” con fiereza. Pero al igual que el Obregón ficticio, Campos deja un legado dedesatención de la principal ciudad del estado, lo que le ha generado múltiples críticas, preparando el terreno para 2027, cuando su sexenio termine y el poder estatal –aún en manos azules– se abra a la vorágine electoral.

    En el bando guinda de Morena, el destape de las “corcholatas” comenzó temprano, en julio de 2023, apenas meses después del triunfo avasallador de Claudia Sheinbaum a nivel nacional. Fue una estrategia calculada para capitalizar la inercia: cuatro aspirantes se posicionaron rápidamente, evocando las facciones internas del caudillismo.

    Andrea Chávez Treviño, la senadora radical y joven –con su discurso ideológico puro y dominio de las redes–, emerge como la Hilario Jiménez de esta trama: astuta, respaldada por ciertas cúpulas federales de Morena, y presunta líder en las encuestas internas. Según el sondeo de Statistical Research Corporation(SRC) de septiembre de 2025, Chávez arrasó con 41.7% de preferencias morenistas, superando por más de 20 puntos a su rival directo. En careos generales, la encuesta SRC la proyecta ganando con 51% de los votos totales, dejando al PAN en un distante 20.8%.

    Su fuerza radica en la base ideológica dura, maneja la diatriba como ningún otro en el estado, aunque con muy pocos y pobres resultados propios legislativos, pero como Jiménez, teje alianzas sutiles para neutralizar disidentes, aunque estas alianzas hoy le pesan más que nunca, ya que su principal promotor, ha sido señalado por tener en su gabinete a un presunto líder del crimen organizado.

    Frente a ella, Cruz Pérez Cuéllar, alcalde reelegido de Ciudad Juárez con un aplastante 59.52% en 2024, encarna al Ignacio Aguirre: el general de frontera, pragmático y con una base masiva urbana. Su convocatoria es legendaria –casi 15 mil personas atascaron el Estadio 8 de diciembre en su informe reciente y más de 30,000 almas convocadas para la ceremonia del grito de independencia, superando por mucho los 5 mil de Chávez–, pero arrastra sombras de su pasado panista y acusaciones de corrupción ligadas al exgobernador César Duarte.

    En las mismas encuestas SRC, Pérez Cuéllar se queda con 21.1% interno, pero en un careo general, aún ganaría con 40.4%, un margen más ajustado que el de su rival.

    No estan solos: Juan Carlos Loera de la Rosa, exdelegado federal de Bienestar y senador, acecha con 7.4% en SRC, representando a la facción bienestarista que podría aliarse o traicionar en esta contienda fratricida. Otros como Ariadna Montiel (9.8%) y Mayra Chávez (5.8%) completan el tablero, recordando cómo en la película los intelectuales y malabaristas –figuras marginales– influyen en las intrigas.

    Desde el PAN, Marco Bonilla Mendoza, alcalde de la capital y producto de la cantera azul, no es un villano central, sino el Axcana rebelde: el disidente que observa las fracturas guindas para lanzar su golpe. Con 80.2% de preferencias panistas en encuestas Rubrum de febrero de 2025, Bonilla se destapó formalmente en septiembre de ese año, declarando: “No le temo a Morena”. Su gestión en Chihuahua capital –reelecto con solidez– le da un bastión burocrático, pero enfrenta el reto de expandirse más allá, capitalizando temas como la defensa del agua contra la federación y ser el representante más fuerte del conservadurismo local, por lo pronto y a la fecha, en Juaritos, no arrastra ni la sombra.

    En el panorama general, Morena lidera con 41.6% de intención de voto estatal (SRC, julio 2025), por encima del 28.2% del PAN, pero encuestas como la de GobernArte de febrero muestran un empate técnico: 38.2% guinda vs. 30.9% azul, con un margen de indecisos que podría inclinar la balanza hacia la represión o el caos, como el asesinato final de Aguirre.

    En esta analogía chihuahuense, la “sombra” no solo es la de Maru Campos o el caudillismo histórico, sino la del propio Morena: un partido que promete transformación, pero se enreda en ambiciones personales, con corcholatas destapadas desde 2023 para adelantar la guerra. Las encuestas –SRC, Rubrum, Massive Caller– pintan un Morena puntero, pero el PAN, con su poder en turno estatal, podría explotar las grietas internas guindas, que son muchas y cada vez más notorias, como las facciones opositoras en la película. ¿Culminará en un fratricidio que debilite al guinda, o en una traición que perpetúe el azul?

    Como en La sombra del caudillo, el verdadero perdedor podría ser Chihuahua: un estado atrapado en caudillos eternos, donde la democracia se negocia en sombras. La cinta, desempolvada tras 30 años, nos advierte: la historia no solo se repite, sino que se graba en tiempo real. ¿Veremos el estreno en 2027, o quedará encapsulada en impunidad?

    Lo que, si me queda claro, es la frase contundente que dicen en la película, grabada en los 60´s: “La política mexicana no conjuga más que un verbo, el verbo madrugar”

    WhatsApp Image 2024 08 28 at 10.13.59
    César Calandrelly

    Comunicólogo / Analista Político

    Publicidad - LB3 -

    ADN INVESTIGA

    La frontera que se respira: El aire que enferma a la ciudad (parte 1)

    Contaminación persistente en Ciudad Juárez genera alerta por impacto en la salud pública Ciudad Juárez,...
    - Publicidad - (MR1)

    Historias Recientes

    Se espera un día mayormente soleado

    La Dirección General de Protección Civil del Municipio informó que hoy se pronostica un...

    Visitaron cadetes de la Academia de Policía Municipal de Cuauhtémoc a hogar de ancianos para practicar empatía

    Los cadetes de la Academia de Policía Municipal de Cuauhtémoc fortalecen su formación con actividades en la Granja Hogar del Abuelo. #PolicíaComprometida #ValoresHumanos
    - Publicidad - (MR2)

    LAS PLUMAS DE ADN

    - Publicidad - (MR3)

    Más como esto