Estamos a punto de volver a las aulas. Niñas, niños y jóvenes regresarán a compartir espacios, risas, aprendizajes… y también, si no actuamos con responsabilidad, riesgos evitables. Porque no es sólo un regreso a clases más: este 2025, Chihuahua ha vivido un doloroso recordatorio de lo que pasa cuando bajamos la guardia en vacunación.
Hasta hoy, más de 100 casos de tosferina se han confirmado en el estado, la mayoría en menores de un año, y lo más doloroso: cinco de ellos perdieron la vida. Muertes que, con alta probabilidad, se habrían podido evitar. El común denominador en muchos de estos casos es el mismo: esquemas de vacunación incompletos o nulos.
Me parece urgente romper el silencio cómodo. Porque no se trata solo de cifras, cada caso representa una familia afectada, un sistema de salud saturado y una comunidad en alerta. Lo preocupante es que este brote no es producto del azar, sino de años de descuido, desinformación y coberturas de vacunación por debajo del 75 %.
Y no estamos hablando de algo aislado. La enfermedad ha impactado ya a 17 municipios, con Ciudad Juárez como el epicentro con 41 casos, seguida por Aldama (20), Chihuahua capital (13) y Jiménez (7). También se han confirmado contagios en Cuauhtémoc, Guachochi, Allende, Ascensión, Delicias, Guerrero y Parral, además de registros individuales en zonas como Guadalupe y Calvo, Janos, Nuevo Casas Grandes, Bocoyna y Carichí.
En este contexto, las autoridades han lanzado una propuesta que debería ser respaldada sin titubeos: exigir la Cartilla Nacional de Vacunación actualizada al regreso a clases. No se trata de excluir, sino de proteger. No es una medida punitiva, sino preventiva. ¿Acaso no exigimos uniformes, útiles escolares y listas interminables de materiales? ¿Por qué no poner al día algo que literalmente puede salvar la vida de nuestros hijos y los de otros?
Vacunar es un acto de amor, pero también de responsabilidad colectiva. Hoy no solo estamos ante un brote de tosferina, también hemos visto reaparecer el sarampión y otras enfermedades que dábamos por controladas. La única forma de contenerlas es con esquemas completos, empezando desde el nacimiento, reforzando en la infancia y no olvidando los refuerzos en adolescentes, adultos y mujeres embarazadas.
La ciencia ha hecho su parte: tenemos vacunas seguras, eficaces y disponibles. Ahora nos toca a nosotros, como sociedad, hacer que esas vacunas lleguen a cada brazo.
El derecho a la educación debe ir de la mano del derecho a la salud. No es justo que un niño que sí está vacunado corra riesgo por convivir con quienes no lo están. Así como cuidamos lo que comen, lo que estudian y con quién se juntan, cuidemos también sus defensas.
No podemos permitir más tragedias evitables.
Ya estamos por regresar a clases…
¿Está preparado para este regreso a clases con las vacunas?

Nora Sevilla
Comunicadora y periodista experimentada, actualmente Jefa de Comunicación en Cd. Juárez del Instituto Estatal Electoral y Tesorera en la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez. Experta en marketing político y estrategias de relaciones públicas, con sólida carrera en medios de comunicación.


