El asesinato del periodista palestino Anas Al Sharif por parte del ejército israelí el pasado 10 de agosto es uno de los últimos ejemplos de la barbarie bélica y violencia genocida que tiene lugar en la franja de Gaza.
Anas Al Sharif, destacado periodista de la cadena de televisión Al Jazeera, de 28 años y padre de familia fue ultimado en un ataque directo de las Fuerzas de Defensa de Israel cuando se encontraba en una casa de campaña identificada como de prensa.
El Ejército de Israel le acusó, sin pruebas verificables, de dirigir una célula terrorista de Hamas. Dichos que abonan a la indignación y vislumbran elverdadero talante del gobierno israelí.
Tras la firme postura oficial de eliminar el terrorismo de manera definitiva y garantizar un área de seguridad vital para el Estado de Israel se esconde el desprecio por la vida del pueblo palestino, se pasa por alto el sufrimiento humano causado por el hambre, por el desplazamiento forzado y otras calamidades en Gaza que los grandes medios occidentales apenas comienzan a informar.
Azorado el pueblo judío en su momento por el régimen nazi, el Estado israelí parece repetir un diabólico holocausto ahora contra los habitantes de Gaza. Laofensiva militar israelí en territorio gazatí después de los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 buscaría eliminar al pueblo árabe palestino en función de los intereses del gobierno de Israel.
Por sus hechos, el Estado israelí implementa contra la población árabe palestina una limpieza étnica sustancialmente similar a la solución final del Tercer Reichnacionalsocialista del siglo pasado.
El gobierno de Israel no ha mostrado ningún límite y así como ocupa territorios de manera ilegal, organizaciones como Amnistía Internacional han documentado queIsrael: desplaza familias por la fuerza, asesina civiles incluyendo niños, periodistas y activistas, bloquea ayuda humanitaria, aplica arrestos arbitrarios y desaparición forzada contra población civil; utiliza la tortura y deliberada y sistemáticamente mantiene a población árabe palestina en situación de hambre, miedo, violencia mortal e incertidumbre.
Todo lo anterior indica que se estaría llevando a cabo un genocidio en contra del pueblo palestino por parte del Estado israelí sin que ninguna instancia del derecho internacional pueda hasta ahora impedirlo, es decir, se estaría buscando desaparecer por medios violentos a población civil por su pertenencia nacional, étnica, racial y/o religiosa. Y nadie es capaz de detenerlo.
Estos excesos y probables crímenes de guerra en Gaza han desencadenado críticas directas de la Organización de las Naciones Unidas, de agencias y organizaciones no gubernamentales internacionales y de un cada vez mayor conglomerado de países a esta horrorosa estrategia del gobierno que encabeza el autócrata premier israelí Benjamín Netanyahu, sobre quien, por cierto y a consecuencia de estos hechos, pesa una orden de aprehensión por parte de la Corte Internacional de Justicia.
La condena abierta o tácita de gran parte de la comunidad internacional y de una cada vez creciente opinión pública a las acciones militares del Estado de Israelcontra la población civil árabe palestina bajo el argumento de eliminar a Hamas no ha generado mayores consecuencias en razón de la alianza de intereses israelíes y estadounidenses.
Apenas el asesinato del periodista y ganador del premio Pulitzer Anas Al Sharif ha despertado sendas notas y reportajes de los medios occidentales sobre este probable crimen de guerra. En efecto, el Ejército israelí mantiene un cerco informativo en los territorios ocupados.
Al Sharif es por su perfil el caso más famoso pero no el único reportero ni activista al que las fuerzas israelíes dan muerte. Al Jazeera, medio catarí y hay que decir que orientado a la causa palestina, cubre el territorio en guerra cuando no es atacado a fuego y metralla.
Ante la evidencia de la crisis humanitaria y genocidio en Gaza, el gobierno de Israel solo niega y acusa una campaña propagandística de sus enemigos, enemigos que como Hamas presuntamente recibieron en su momento “ayuda”indirecta israelí para hacerse de influencia en los territorios palestinos.
El poderío militar y financiero de Israel, así como su alianza con los Estados Unidos de América le permite maniobrar en otras operaciones de fuerza bélica que por momentos desvían, intencionalmente o no, la atención del genocidio palestino.
Mientras tanto Israel prepara una nueva ofensiva en Gaza que según el presidente de Francia Emmanuel Macron llevaría a oriente medio a la “guerra permanente”. Macron se dispone a reconocer al Estado palestino…
Pero me fue dirigida la palabra de Yahveh, que me dijo: “Tú has derramado mucha sangre y hecho grandes guerras; no podrás edificar tú la Casa a mi nombre, porque has derramado en tierra mucha sangre delante de mí.”
(1 Crónicas 22:8)

Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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