La reciente firma del convenio para el terreno del Centro de Convenciones en Ciudad Juárez no es solo un acto administrativo más; es una señal clara de compromiso del Gobierno del Estado, de la Gobernadora Maru Campos y todo su equipo, con una ciudad que, por décadas, ha esperado lo que por justicia le corresponde.
Durante años, Juárez ha sido testigo de promesas incumplidas, de postergaciones, de explicaciones técnicas que escondían indiferencia, incluso de la instalación de varias primeras piedras. Hoy, por fin, vemos una acción concreta que abre la puerta a uno de los proyectos más largamente anhelados por quienes creemos en el potencial transformador de esta ciudad. Este proceso sabemos que no ha sido fácil, todavía hace unos meses hubo diferencias en cuánto a cuál podría ser el espacio idóneo para hacer el proyecto ejecutivo.
Porque un centro de convenciones no es un lujo ni un capricho. Es una infraestructura clave para detonar el turismo de negocios, atraer eventos de talla nacional e internacional, y generar derrama económica para hoteleros, restauranteros, transportistas y cientos de proveedores locales. Es también una invitación a mirar hacia adentro, a cuidar nuestra imagen urbana, a embellecer nuestros espacios, porque queremos que quienes nos visiten descubran el verdadero corazón de Ciudad Juárez: su gente trabajadora, resiliente y generosa.
Hoy, gracias al Fideicomiso del Centro de Convenciones, se cuenta con recursos suficientes para iniciar. Y con la certeza jurídica del terreno, no hay razón para detener más el avance. Esta firma representa el desbloqueo de una posibilidad que estuvo congelada demasiado tiempo.
Alguien podría decir: “¿y a mí qué me importa un centro de convenciones?”. Pero esa es la pregunta equivocada. Lo que sí debería importarnos —y mucho— es tener una ciudad con mayor inversión, más empleos, una economía diversificada, una infraestructura digna. Si queremos que a Juárez le vaya bien, necesitamos que los recursos públicos se usen de manera inteligente, estratégica y transparente. Este proyecto cumple con esos principios.
Ciudad Juárez merece avanzar, y para eso se requiere el esfuerzo conjunto de sociedad, empresarios y gobiernos. El Gobierno del Estado ha cumplido con su compromiso. Ahora nos toca a nosotros como ciudadanos mantenernos vigilantes, participativos y, sobre todo, unidos.
Todos queremos una mejor ciudad. Este paso no la transforma por completo, pero sí marca el rumbo hacia un futuro más prometedor. Que no quede duda: hoy es un buen día para Juárez.

Marisela Terrazas
Ex Diputada por el PAN en Chihuahua. Doctorante en Ciencias de la Educación por la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica. Maestra en Educación por UTEP, ex directora del Instituto Chihuahuense de la Juventud y experta en políticas públicas juveniles.


