En las colonias ya circulan. Dobladitos, disfrazados de ayuda, metidos en bolsas del “bienestar” junto con algún dulce, panfleto o promesa. Son los famosos acordeones del bienestar, el nuevo instrumento de manipulación electoral, especialmente dirigidos a condicionar el voto en la elección judicial más importante en la historia reciente del país.
El estilo es inconfundible: “juribilla” electoral, con el colmillo del acarreo, la compra de votos y el uso de estructuras gubernamentales para sembrar obediencia. Solo que ahora lo hacen con el discurso de la justicia social y la mano supuestamente amiga del Estado.
Pero no nos engañemos. Estos acordeones, que ya se están repartiendo con total impunidad, son la nueva forma de decirle al pueblo: “vota como te decimos o te tachamos como enemigo del gobierno”. Nos infantilizan, nos minimizan, como si no fuéramos capaces de pensar por nosotros mismos. ¿Creen que porque la boleta es larga y llena de nombres, no vamos a darnos cuenta de la trampa?
Y lo más grave es lo que está en juego. No se trata de elegir a cualquier funcionario, sino a jueces y magistrados que decidirán sobre nuestras libertades, nuestros bienes, nuestras familias y trabajos. Si permitimos que estos cargos sean ocupados por incondicionales del poder, luego no nos quejemos cuando vengan las injusticias con sello oficial y rostro impune.
Aceptar ese acordeón del bienestar es como llevar en el bolsillo la sentencia de nuestro propio destino. Una especie de boleta firmada antes de tiempo, pero no por convicción, sino por coacción disfrazada de ayuda. ¿Queremos eso para nuestro país?
La solución está en nuestras manos. Primero: informarnos. Hay herramientas, portales y medios donde podemos conocer quiénes son los candidatos. Segundo: cuestionar. Habla con tus vecinos, con tu familia, alerta a quien aún cree que “no pasa nada”. Y tercero, y más importante: votar con dignidad. Aunque el proceso parezca complejo, es más costoso dejarlo en manos de otros.
Porque si no votas libre, luego tendrás que “disfrutar lo votado”: sentencias injustas, favoritismos, impunidad blindada y un sistema judicial que no mira al ciudadano, sino al político que lo puso ahí.
No caigas en la trampa del dulce ni del acordeón. Esta elección no se canta con consignas, se decide con conciencia.

Mayra Machuca
Abogada, Activista, Columnista, Podcaster.
Especializada en análisis y asesoría jurídica, cuenta con experiencia administrativa y jurídica con habilidades destacadas en la resolución de problemas y coordinación de tareas. Experta toma de decisiones estratégicas. Activa en Toastmasters y Renace y Vive Mujer.


